Años 1950, inicio de la década de los 50, de la estupenda época liberteña (1955). Las sorpresas: el título logrado por Presidente Hayes en 1952; los del Luqueño 1951 y 1953, teniendo como DT al italiano Vessilio Bártoli. Cerro Porteño 1950 y 1954; Libertad 1955 y el Expreso Decano arrancaba en 1956 para frenarse en 1961, luego de haber ganado un pentacampeonato (invicto en 1959) en una instancia estupenda, bajo la mano del Gran Capitán Aurelio González (DT) (+), de estirpe luqueña y la gran clasificación para el Mundial de Suecia 1958.
Mientras, en la Colonia Thompson un joven 10, talentoso y cañonero, le sacaba chispas a los postes del arco y quemaba las manos de los arqueros: Justo Larrea le daba con todo en su valle para, en un par de años, llegar a Asunción.
En la toldería aborigen
"En el año 1958 me vio jugar Gabriel Calonga (otrora estupendo mediocampista de Guaraní y la selección) y pidió que me contratara Guaraní. Acepté la oferta, a pesar de que no me gustaba abandonar mi valle", comenta.
Durante dos temporadas lució con sus goles en el aborigen, produciéndose su debut "nada menos ante el Olimpia" (1958). Resultado 1 - 1 "y en la siguiente fecha con Cerro Porteño, dónde empatamos 2-2", rememora.
Pero como Larrea era muy apegado a la familia y a su valle, el retorno fue rápidamente a su club de origen, "por el famoso techa ga'u", dice sonriendo. Eran épocas en que uno a lo mejor ni se pensaba en una gran transferencia y lo mejor sería seguir jugando en su pago y trabajando en la chacra, para sostener a la familia.
Al Rayadito para ser campeón
Tanto insistieron sus amigos sanlorenzanos que lograron convencerlo para venir a la Ciudad Universitaria y ser importante e interesante para el equipo, en ese par de años que lo hizo. "Por el pedido de mis amigos lo hice y no me arrepiento haber colaborar para lograr el título de Ascenso en ese año 1960", corrobora.
Al finalizar las dos temporadas con el Rayadito, el Ciclón y el Gumarelo, no lograron convencerlo para vestir esas casacas, cuando en Libertad, la ida del estupendo Eulogio Kokito Martínez dejó huellas imborrables y su sello de goles en el ataque, al viajar al Barcelona de España, donde lució por sus enormes cualidades de goleador, donde hasta le nacionalizaron para estar presenta en el Mundial de Chile 1962, vistiendo la casaca seleccionada de España.
Pero el apegarse a su valle y no querer estar lejos del hogar hizo "que yo desistiera de nuevo; y hasta me quisieron llevar a Colombia, ahí si más lejos", apunta, sonriendo.
Y el adiós de Justo Larrea sería en el Porvenir de Ypacaraí, para dar muestra de los kilates de su goles y de nuevo conseguir un título más en su corta trayectoria deportiva, para retornar a su pago y buscar afirmarse con su unida familia, siguiendo el derrotero de la chacra, el tambo, bajo el ardiente Sol de verano y soñando en un futuro cierto para sus hijos y su compañera de toda la vida, doña Rosalía. El destino así lo quiso.
Nombres y apellido: Justo Pastor Larrea. Fecha de nacimiento: 9-08-33. Lugar: Colonia Thompson - Ypané. Casado con: Rosalía Fernández. Hijos: Édgar Luis, Wildo César, Duillo Javier, Nelda y Graciela Noemí. Nietos: 10.
Inicio: Club Coronel Thompson - Ypané. Años: 1954 a 1957. Otros clubes: Guaraní de Asunción. Años: 1958 a 1959, Deportivo San Lorenzo. Años: 1960 a 1961. Porvenir de Ypacaraí. Año: 1962.
Títulos: Sportivo San Lorenzo. Año: 1960 (campeón de Ascenso). Porvenir de Ypacaraí. Año: 1962.
Característica: Goleador por excelencia con sus potentes disparos con ambas piernas. Puesto: Insíder izquierdo, "10". Estatura: 1,68. Peso: 60 kilos. Sobrenombre: Pavo.
-¿Tu mejor momento deportivo?
-A pesar de no jugar muchos años, fueron inolvidables en Guaraní, San Lorenzo y en el Porvenir de Ypacaraí.
-¿Al dejarte del fútbol que hiciste?
-Seguí con la chacra. Cultivando, cuidando los intereses familiares para alimentar y criar a los hijos.
Y hasta ahora lo hace, a pesar de su edad, "pero ya no como antes", afirma.
Un caso típico de los futbolistas de antaño, que no querían abandonar su valle o pago, y ni siquiera querían venir a Asunción para jugar; y si lo hacían, solo por poco tiempo. Por ahí la familia numerosa, el techa ga'u a los mismos, la novia y los amigos no permitían ese deseo. ¡Eran otros tiempos! "De suma tranquilidad y el apego a la familia", nos dice en la despedida un Justo Larrea que con sus driblings y potentes disparos hizo vibrar a más de un centenar de hinchas con su goles, ya sea jugando por su querido Coronel Thompson, Guaraní, San Lorenzo y Porvenir de Ypacaraí.
Fuente: http://www.ultimahora.com/notas/330106-Justo-Larrea--Un-10-goleador-que-llego-de-Coronel-Thompson.