Carlos Aranda: Volante con talento y calidad
Año 1966. Cerro Porteño campeón, "vice" Guaraní.Goleador del torneo Celino Mora, con 14 goles. Peñarol de Uruguay es el campeón de la Copa Libertadores de América, consiguiendo así su tercer título en la séptima edición, doblegando en la final al Ríver Plate de la Argentina (2-0, 2-3 y 4-2). Inglaterra es el campeón del mundo, al derrotar en el estadio de Wembley a Alemania en alargue, por 4-2 (2-2). En Asunción pega su primer llanto Carlos Aranda al venir al mundo.
Corre el tiempo y va creciendo entre partidos de fútbol callejeros (como muchos lo hacíamos antes) y en el año 1980 se anota para jugar por el Peñarol de la Segunda División, debutando a los 15 años en Primera División, para demostrar su clase, talento y calidad con el balón en los pies. El moreno zurdo pintaba para crack.
FIGURA PREPONDERANTE EN EL SPORTIVO SAN LORENZO
FIGURA PREPONDERANTE EN EL SPORTIVO SAN LORENZO
Alegría sanlorenzana después de un triunfo en el vestuario. El conocido deportista y dirigente Odilón Bazzano, con la casaca rayadita, es agasajado por Pedrozo, Ayala, Peralta, Barreto, Bernal, Aranda y otros.
Del Peñarol decide recalar en el Sportivo San Lorenzo de la Ciudad Universitaria, graduándose rápidamente para incursionar en primera. Y durante ocho años da muestra de sus buenas condiciones, ganándose la simpatía de los hinchas "rayaditos", en ese largo período de años. "Llegué al Sportivo San Lorenzo porque me gustaba y fui ganando confianza luego de cada juego y creciendo en experiencia después de muchos años", afirma. Y el comodín que se transformó después en un excelente volante tapón pasaba a ser figura gravitante entre otros sanlorenzanos de entonces, "donde tuve la fortuna de campeonar en dos instancias difíciles para el club, logrando el ascenso en ambas oportunidades", puntualiza. En esos años pasó a integrar la selección paraguaya que se preparaba con todo para la eliminatoria de Italia ’90. "Hicimos muchos partidos en giras interesantes", recuerda. Después, la Albirroja quedaría eliminada (ya no con el mismo cuerpo técnico). Pero Aranda seguía soñando con alguna "jugosa" transferencia.
LO QUE NO PUDO SER LE LLEVO A USA
LO QUE NO PUDO SER LE LLEVO A USA
Carlos Aranda posando con su hija Aracelli en el partido final en que el Sportivo San Lorenzo ganó al club Resistencia en la tanda de penales, en el estadio Manuel Ferreira de Olimpia, para conseguir el ascenso a la ‘‘A’’, en 1994.
"Tuve un par de oportunidades para ser transferido (aquí estuvo en Guaraní y Sport Colombia), y lo del exterior no pudo cristalizarse, por motivos que yo hasta hoy día desconozco", comenta. En dos ocasiones viajó, una vez a Alemania y la otra a México y a su retorno encontró un obstáculo en los directivos "rayaditos". "Y el mismo DT dijo que no iba contar con mi concurso y eso hizo que me alejara de la institución", confirma. Algo inusual ocurría con esta figura sanlorenzana y dejaban de lado a un "crack".
Pero gracias a este problema suscitado pudo emprender el éxodo a los Estados Unidos de América, donde pudo cristalizar ese sueño de jugar afuera del país, haciéndolo en la Liga Paraguaya de New York, donde muchas figuras fueron y están hasta hoy día. "Ahí jugué unos años y aproveché para aprender otra cosa y tener otra profesión, porque lo del fútbol para muchos (quizás para todos) es pasajero y tenemos que aprovechar el tiempo al máximo", asegura.
Hoy ya de regreso de la enorme y majestuosa New York, está afincado de nuevo en el país y atendiendo su negocio de electricidad y regadíos. "El fútbol me dio muchas amistades, no me quejo, porque gracias a eso pude obtener lo que hasta hoy día poseo", nos dice en la despedida con una alegría que se nota en rostro y "agradeciendo a ABC Color por acordarse de los ex futbolistas". Mientras, el calcinante sol nos invita a un frío tereré.
Pero gracias a este problema suscitado pudo emprender el éxodo a los Estados Unidos de América, donde pudo cristalizar ese sueño de jugar afuera del país, haciéndolo en la Liga Paraguaya de New York, donde muchas figuras fueron y están hasta hoy día. "Ahí jugué unos años y aproveché para aprender otra cosa y tener otra profesión, porque lo del fútbol para muchos (quizás para todos) es pasajero y tenemos que aprovechar el tiempo al máximo", asegura.
Hoy ya de regreso de la enorme y majestuosa New York, está afincado de nuevo en el país y atendiendo su negocio de electricidad y regadíos. "El fútbol me dio muchas amistades, no me quejo, porque gracias a eso pude obtener lo que hasta hoy día poseo", nos dice en la despedida con una alegría que se nota en rostro y "agradeciendo a ABC Color por acordarse de los ex futbolistas". Mientras, el calcinante sol nos invita a un frío tereré.
Jugadores albirrojos en California en un momento de descanso. Observamos a Gabriel Macaya (PF), Patoruzú Palacios, Carlos Aranda, Gabino Román y Pistilli (M). Fue en la era del argentino Eduardo Luján Manera.
ALGO MAS PARA CONTAR
Carlos Rubén Aranda Camacho nació en Asunción el 19 de noviembre de 1966. Casado con Venancia Grance. Sus hijos son: Aracelli (12) y Carlos (5). Nombre de los padres: Esteban (+) y Matilde. Hermanos: Carmen, Angela, Felipe y Yeni.
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Inicio: Club Peñarol -2da. Ascenso (1980 al ’82)-. "Jugué dos partidos en Primera, a los 15 años de edad", comenta. Otros clubes: Sportivo San Lorenzo -inferiores (1985 al ’92; 1994 al ’99); Guaraní (1992), Sport Colombia (1993, 1ra "A"). Estados Unidos de América: "De San Lorenzo fui a New York, donde estuve 5 años y aproveché para jugar por el Paraguay Jr. (2000 y 2002)", afirma.
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Selección paraguaya: "Integré el plantel que dirigió el DT Eduardo Luján Manera (+) (argentino), con quien se hicieron muchas giras entonces", puntualiza.
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Títulos: Campeón de Ascenso con el Sportivo San Lorenzo en 1987 y ’94.
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Característica: Con una gran técnica para jugar al balón y con disparos excelentes. Jugó en varios puestos. "Prácticamente era un comodín, porque jugué hasta de lateral izquierdo, pero más me gustaba el puesto de volante tapón, para salir luego a crear también jugadas", asevera. Estatura: 1,73. Peso: 70 kilos. Apodo: "Calí".
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Actualidad: "A mi retorno de USA, con el dinero que traje, pude poner este negocio de electricidad que tengo". Nos encontramos haciendo la nota dentro del mismo recinto y lo vemos bien surtido. El mismo está ubicado en la ciudad de San Lorenzo, en las calles Mcal. Estigarribia c/ Hernandarias y nos pone contento que luego de alejarse del fútbol -no todos lo aprovechan- tenga algo con que sustentarse.
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Y Carlos Aranda sigue marcándole a la vida, robando balones para adentrarse con clase a la ofensiva rival, para hacer esos pases precisos o marcar goles interesantes y espectaculares, como él lo hacía.
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¿Tú mejor momento deportivo? "En los años 1989 y ’90, y con la selección paraguaya".
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¿Un gol inolvidable? "El segundo que le hicimos a Cerro Porteño cuando le ganamos 2-1, en cancha del Sportivo San Lorenzo, en el año 1988", asegura. Ese día marcó el del triunfo, "con la pierna derecha, a Raúl Navarro".
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¿Qué pasó con tus viajes al extranjero y el regreso de los mismos? "Con Epifanio Rojas viajé al Hertha de Berlín, Alemania, donde estuve 22 días y regresé sin saber por qué. También en México, cuando me llevó Orlando Giménez (1994). Luego de 8 días el regreso y justo para jugar ante el Iteño la semifinal, ganar y luego definir con Resistencia en tres partidos y acabar en penales, donde nuestro arquero Enciso (Miguel) atajó tres penales y fue el héroe del encuentro", enfatiza.
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Anécdota: "Ahí donde ahora está ubicado el Súper 6, al costado del campo del club, había cualquier cantidad de árboles de eucalipto. Jugábamos ante Cerro Porteño y no había lugar para una aguja en las gradas, cuando repentinamente uno de los largos eucaliptos se rompió y todos los que estaban viendo el partido desde ahí se vinieron al suelo. Hubo muchos golpeados, pero no se lamentó peor desgracia", rememora. Luego todo se olvidó porque el "Rayadito" derrotaba al Azulgrana, viéndose una vez más el arrastre que tienen los grandes de nuestro fútbol cuando juegan por el interior del país.
Carlos Rubén Aranda Camacho nació en Asunción el 19 de noviembre de 1966. Casado con Venancia Grance. Sus hijos son: Aracelli (12) y Carlos (5). Nombre de los padres: Esteban (+) y Matilde. Hermanos: Carmen, Angela, Felipe y Yeni.
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Inicio: Club Peñarol -2da. Ascenso (1980 al ’82)-. "Jugué dos partidos en Primera, a los 15 años de edad", comenta. Otros clubes: Sportivo San Lorenzo -inferiores (1985 al ’92; 1994 al ’99); Guaraní (1992), Sport Colombia (1993, 1ra "A"). Estados Unidos de América: "De San Lorenzo fui a New York, donde estuve 5 años y aproveché para jugar por el Paraguay Jr. (2000 y 2002)", afirma.
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Selección paraguaya: "Integré el plantel que dirigió el DT Eduardo Luján Manera (+) (argentino), con quien se hicieron muchas giras entonces", puntualiza.
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Títulos: Campeón de Ascenso con el Sportivo San Lorenzo en 1987 y ’94.
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Característica: Con una gran técnica para jugar al balón y con disparos excelentes. Jugó en varios puestos. "Prácticamente era un comodín, porque jugué hasta de lateral izquierdo, pero más me gustaba el puesto de volante tapón, para salir luego a crear también jugadas", asevera. Estatura: 1,73. Peso: 70 kilos. Apodo: "Calí".
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Actualidad: "A mi retorno de USA, con el dinero que traje, pude poner este negocio de electricidad que tengo". Nos encontramos haciendo la nota dentro del mismo recinto y lo vemos bien surtido. El mismo está ubicado en la ciudad de San Lorenzo, en las calles Mcal. Estigarribia c/ Hernandarias y nos pone contento que luego de alejarse del fútbol -no todos lo aprovechan- tenga algo con que sustentarse.
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Y Carlos Aranda sigue marcándole a la vida, robando balones para adentrarse con clase a la ofensiva rival, para hacer esos pases precisos o marcar goles interesantes y espectaculares, como él lo hacía.
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¿Tú mejor momento deportivo? "En los años 1989 y ’90, y con la selección paraguaya".
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¿Un gol inolvidable? "El segundo que le hicimos a Cerro Porteño cuando le ganamos 2-1, en cancha del Sportivo San Lorenzo, en el año 1988", asegura. Ese día marcó el del triunfo, "con la pierna derecha, a Raúl Navarro".
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¿Qué pasó con tus viajes al extranjero y el regreso de los mismos? "Con Epifanio Rojas viajé al Hertha de Berlín, Alemania, donde estuve 22 días y regresé sin saber por qué. También en México, cuando me llevó Orlando Giménez (1994). Luego de 8 días el regreso y justo para jugar ante el Iteño la semifinal, ganar y luego definir con Resistencia en tres partidos y acabar en penales, donde nuestro arquero Enciso (Miguel) atajó tres penales y fue el héroe del encuentro", enfatiza.
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Anécdota: "Ahí donde ahora está ubicado el Súper 6, al costado del campo del club, había cualquier cantidad de árboles de eucalipto. Jugábamos ante Cerro Porteño y no había lugar para una aguja en las gradas, cuando repentinamente uno de los largos eucaliptos se rompió y todos los que estaban viendo el partido desde ahí se vinieron al suelo. Hubo muchos golpeados, pero no se lamentó peor desgracia", rememora. Luego todo se olvidó porque el "Rayadito" derrotaba al Azulgrana, viéndose una vez más el arrastre que tienen los grandes de nuestro fútbol cuando juegan por el interior del país.
Nota de Artemio Villanueva en ABC color, publicado el 6/02/2006.